¡¡Ya lo siento!!, si señores, como se lo digo, aun no me he
convertido del todo pero sé que pronto seré uno más de ellos.
Cambiare mi discurso, mi forma de vestir, mis amigos, mis
hobbies, ya noto como me arde la sangre y empiezo a hacer cosas que antes no hacía,
ya busco mas en youtube canciones para dormir que videos de Beyonce, ya sé
quien es Dora la exploradora y me han hablado de unos señores de treinta años
que cantan como si tuvieron doce, ayer vi a Pocoyo en la plaza mayor y lo
abrace, ya no soy la misma persona.
Comprobé como mis amigos se iban transformando
-Ten un hijo tío, -es lo mejor, -dormirse con él...,- darle de
comer…, -esta chupado, no es para tanto.
Así durante meses y
meses. Ingenuo...
Caí en la trampa, mordí el anzuelo, seguí los cantos de sirena y bese a Afrodita (Empiezo a pensar que Afrodita estaba metida en el ajo) y el día que les di la
noticia sus caras cambiaron, sus dientes se fueron afilando, su nariz creció,
los ojos cambiaron de color y entre carcajadas “malévolas” susurraron.
-No vas a dormir nada tío, -se te acabo el pádel, -olvídate
de ir al cine ni ver películas, -tu novia no te va a tocar ni con un palo,-se
te va a caer el pelo… y una lista interminable de contras que no había visto en
el contrato.
Ahora después de un mes, puedo decir al resto de mis amigos
sin hijos que se animen, que no es para tanto, que si duermes, que jugaras al pádel
y saldrás con los amigos.
A ti también cuñado, venid, venid, necesitamos más sangre
fresca…